El 2020 fue un año complejo para los negocios como resultado del freno global que impuso la pandemia en materia comercial, especialmente para aquellos transnacionales que sufrieron las consecuencias del cierre de fronteras. Sin embargo, la agencia gubernamental Uruguay XXI ‒dedicada, entre otras cosas, a la promoción y captación de inversiones para el país‒ constató un incremento en las “oportunidades” de negocios abiertas, en virtud de las consultas y procesos de asesoramiento iniciados en el año. En particular, y como era esperable, destacó el creciente interés proveniente desde Argentina, que estuvo enfocado especialmente en el rubro de la tecnología.
El miércoles, en el marco del seminario web organizado por Rivero-Quirino, Comunidad Etcétera y la diaria para analizar la coyuntura económica y las perspectivas para las inversiones, el gerente de Inversiones y Post-Inversión de Uruguay XXI, Alejandro Ferrari, informó que el año pasado se registró “42% más de consultas, generando una cartera interesante con más de 200 oportunidades abiertas” para concretar negocios.
Ferrari destacó el “gran interés de Argentina”, desde donde se multiplicaron por cuatro las consultas al tiempo que crecieron tres veces los procesos iniciados para emprendimientos de tecnología. Otros rubros que despertaron creciente interés fueron los centros de distribución para firmas farmacéuticas, los de atención al cliente y los proyectos industriales.
No obstante, el número de empresas asesoradas por Uruguay XXI que concretaron su instalación en el país cayó durante 2020. “La pandemia trajo incertidumbre y atraso en la toma de decisiones. La buena noticia es el aumento de las consultas”, señaló Ferrari.
Según explicó, ante el interés de alguna compañía o inversor, la agencia gubernamental hace “un proceso de venta consultiva, indagando en las necesidades del cliente para adaptar las propuestas a ellas”. Así es que la información que surge del asesoramiento puede ser relevante para futuros procesos. Además, en caso de que el emprendimiento se concrete, la agencia acompaña al cliente a efectos de que “amplíe o diversifique las inversiones en el país”.
Las denominadas “oportunidades” que se activaron tras la consulta de interesados llegaron a 263 en 2020: 162 las iniciaron el proceso el año pasado y 214 “permanecen vivas” en la actualidad. Ferrari detalló que suele darse “un comportamiento de embudo”, caracterizado por una gran cantidad de oportunidades en fase exploratoria que luego pueden ir quedando por el camino a medida que los procesos avanzan. Al margen de eso, el año pasado hubo 23 empresas que “confirmaron su instalación”.
A su vez, considerando los dos extremos, del total de oportunidades que surgieron hay 12% que se encuentra en fase inicial y 12% que ya transita por fase avanzada.
Uruguay XXI clasifica estas consultas por país de origen y por sector de actividad en el que se instalará la empresa, más allá de que pueda dedicarse o no a ese rubro en otros países. Por ejemplo, hay farmacéuticas que consultan por centros logísticos.
En relación con lo primero, lo que ocurrió con Argentina contrasta con lo sucedido en el caso de Brasil, donde las consultas cayeron a la mitad. Si se considera la región en su conjunto, la evolución de las consultas se mantuvo relativamente estable.
Al centrarse en las oportunidades que provienen del otro lado del Río de la Plata, 46 están vinculadas a Uruguay como hub ‒centro logístico‒ de comercio y servicios y 21 refieren a producción industrial. A su vez, se registraron incrementos en sectores como ciencias, agro y outsourcing ‒firmas que brindan servicios tercerizados para otras compañías‒.
En línea con la promoción del país como hub, 60% de las consultas refieren a “empresas que buscan atender sus operaciones” desde Uruguay. Además del desarrollo de procesos de tecnología, hay interés por proveer al exterior servicios financieros o de trading, y por call centers para atención al cliente. Sobre lo último, Ferrari señaló que si bien “están en la parte baja de la cadena de valor agregado, son operaciones que generan muchos puestos de trabajo”.
En materia de proyectos industriales, el gerente de Uruguay XXI destacó emprendimientos “asociados a la segunda transformación de la madera” ‒por ejemplo, la utilización del pino para producir materiales para la construcción‒, e interés por desarrollar negocios de biocombustibles, de cannabis y de producción porcina. En estos últimos rubros, debido a oportunidades de mercado que se abrieron, “es esperable que continúen las consultas desde el exterior”.
Un país con condiciones “únicas” para ser un hub de servicios
Ferrari señaló que si bien el país mantiene una fuerte tendencia agroexportadora, actividad que concentra la mitad de las ventas al exterior, está creciendo todo lo asociado al rubro servicios: turismo, cadenas globales, trading, atención a empresas e industrias creativas. “Con esto en mente es que mostraron a Uruguay como un hub para negocios. Desde nuestra fundación está el destino de ser un hub entre dos grandes países, con un mercado pequeño y en busca de cadenas primarias, turismo y exportaciones basadas en los recursos naturales y el ganado. Se trata de ver a Uruguay como una plataforma de servicios para la región y el mundo”, sostuvo.
Como condiciones para la captación de inversiones, repasó que Uruguay mantiene condiciones privilegiadas en materia de “estabilidad y transparencia” para hacer negocios, así como “facilidades” vinculadas “a la libertad financiera y cambiaria”, que se transforman “en un gran diferencial dentro del barrio” del que el país forma parte. También destacó el nivel de infraestructura, especialmente en lo que refiere a las telecomunicaciones. Esto permite “la atención en tiempo real de clientes” en cualquier parte del mundo y potencia la provisión de “servicios globales”.
Adicionalmente, Uruguay permite, “por su ubicación estratégica y el grado de sofisticación de sus cadenas logísticas, reducir los stocks [en los mercados de origen] y achicar los tiempos de entrega de mercadería, dando certezas a los clientes”. Otro aspecto que resaltó Ferrari es “la disponibilidad de talento”. Esto se desprende de los relevamientos realizados por Uruguay XXI entre las empresas, que destacan que los trabajadores uruguayos son “educados, flexibles y creativos”. A su vez, hay una porción que domina el portugués, un diferencial a la hora de pensar en la provisión de servicios para el mercado brasileño.
También repasó el buen nivel de digitalización de los uruguayos asociado a políticas como el Plan Ceibal, los instrumentos de incentivos fiscal, el desarrollo de “un ecosistema de innovación dinámico” y la evaluación favorable en las nuevas tendencias asociadas a la sustentabilidad ‒factores ESG: medioambientales, sociales y de gobernanza‒.
“Todos estos atributos están avalados por una cantidad de empresas internacionales y marcas que han elegido Uruguay para localizar su actividad. Hay algunas de estas cosas que también están presentes en los países con los que competimos, pero nos diferenciamos de ellos en tanto logramos una combinación única de atributos que es muy difícil de encontrar en otro país de la región”.
Fuente: La Diaria y Uruguay XX1