Los ambientes saludables reducen el estrés y optimizan las negociaciones. Pero, ¿cómo podemos generarlos? ¿Cuál es el rol de la comunicación? Tanto la palabra como los aromas y los colores son recursos que ayudan a equilibrar el mundo emocional en la esfera laboral e impactan en la personal.
Por Gabriela Paz, investigadora y especialista en medicina natural.
El estrés laboral afecta el cuerpo y la mente de las personas. Ocasiona la pérdida de habilidades y cualidades y las corre de “su centro”. Generalmente, además, quienes lo padecen lo trasladan también a su vida personal. Bajo control, las emociones pueden convertirse en grandes aliadas y permitir la expresión máxima de la creatividad. Y para lograrlo, las personas deben enfocarse en tres puntos particulares: adquirir sabiduría, mantener la paz mental, y trabajar la tolerancia hacia sí mismas.
La comunicación es un aspecto fundamental en toda negociación. ¿Qué y cómo lo decimos? ¿Cómo nos posicionamos al hablar y frente a quien está hablando? ¿Cuál es el valor de la escucha? Para abordar estos aspectos, resulta oportuno retomar del sistema de creencias de los toltecas – civilización mesoamericana precolombina- los cuatro acuerdos que establecieron: sé impecable con tus palabras; no tomes nada como personal; no hagas suposiciones; y haz siempre lo máximo que puedas.
Sé impecable con tus palabras
Es fundamental aprender a escuchar y a utilizar las palabras que expresen con toda claridad y asertividad aquello que queremos. Ser claro es un aspecto muy importante en toda comunicación, porque una palabra puede darle vitalidad a una relación, como también arruinarla o dañar al otro. Su poder es muy amplio y su impecabilidad siempre comienza en uno.
Una breve historia ilustra esta idea: cuenta que a una nena le gustaba cantar, pero un día la madre llegó del trabajo con dolor de cabeza y le pidió que se callara. La chica continuó cantando y la mujer le dijo: “Tenés una voz horrible. Callate”. Luego de esta situación, nunca más cantó. La palabra la hechizó y la inmovilizó.
Normalmente, las mujeres tienen mayores facilidades y herramientas para la comunicación. Es decir, tienen esta inteligencia mejor desarrollada que los varones, la cual se complementa con otros tipos de inteligencia identificados por Howard Gardner, profesor de Cognición y Educación de la Escuela de Educación de Harvard, que son los siguientes:
- Se corresponde a la capacidad para calcular medidas rápidamente.
- Tiene que ver con la capacidad para ejecutar instrumentos, la sensibilidad, el ritmo, el tono y el timbre de los sonidos.
- Hace referencia a la capacidad de tener contacto con el medio ambiente, comprender sus aspectos y conectarse con él.
- Lógica. Está asociada a la capacidad de resolver problemas de matemáticas o de lógica y de trabajar con conceptos abstractos.
- Implica la capacidad de tener empatía con las personas, de comprender sus expresiones y llegar a ellas fácilmente, con las respuestas justas en el momento indicado.
- Refiere a la autocomprensión, a la autoestima y a la capacidad introspectiva.
No tomes nada como personal
Las personas no deben suponer que el mundo gira alrededor suyo, ni pensar que lo que una persona hace o dice es en su contra o tiene relación directa con ellas. Así, evitarán crear en su mente una serie de ideas que no las dejarán pensar claramente y generarán malestar.
No hagas suposiciones
El cerebro tiene la tendencia de completar las figuras que percibe si es necesario. De esta forma, cuando una persona completa las cosas, realiza suposiciones. Por ejemplo: “Entró mi jefe y me gritó. A partir de estos datos, supongo que es muy probable que me echen”. Deben evitar este tipo de comportamientos que, sin duda, generan malentendidos.
Haz siempre lo máximo que puedas
Lo que cada uno pueda dar dependerá de cada situación y del estado en que se encuentre. No será lo mismo si está sano o enfermo. Este concepto es muy diferente al de “hacer todo lo que se debe”. Es un buen camino para no evitar los autoreproches.
A partir de estas técnicas y de la aprehensión de sabiduría, las personas pueden desarrollar estrategias para afrontar y resolver conflictos. La capacidad de escuchar al otro, y de ser claro y didáctico al momento de expresar las opiniones, es clave. Pero hay también otros recursos que contribuyen a ello, como las técnicas aromáticas y los colores.
Fragancias que inspiran
Los aromas construyen climas, propician situaciones y activan acciones. Está comprobado que, a través del nervio olfatorio, los olores llegan a tres terminales del cerebro: la corteza cerebral -donde se produce la conciencia del aroma-, el sistema límbico -que regula las emociones y la memoria en sí misma-, y el hipotálamo –donde se produce la regulación de la vida neurovegetativa, el estímulo de secreción de hormonas y neurohormonas-.
- Menta: aumenta la concentración y despierta a las personas. En Japón, es muy utilizada en las oficinas, donde esparcen el aroma a través de los sistemas de ventilación.
- Rosas: produce neurotransmisores calmantes y evita los enojos.
- Nerolí (azahar): disminuye el estrés
- Cítricos: produce climas de alegría, fundamentalmente la mandarina.
- Lavanda y eucaliptus: generan paz y equilibrio.
- Hierbas: fomentan la calma.
- Incienso: ayuda a que la respiración sea más lenta profunda.
- Melisa: genera tranquilidad.
Dentro de la Aromaterapia –disciplina orientada al uso de aceites esenciales en beneficio de la salud-, hay un área conocida como Aromacología, que estudia el efecto de las fragancias sobre el comportamiento humano. Esta terapia es científica en muchos países, pero no así en Argentina.
Mirá el color que uso y sabrás cómo soy
Los colores son una forma de energía, que producen una sensación subjetiva y diferentes efectos en cada situación, para quien los ve y para quien los lleva. Ofrecen un código de información que es totalmente inconsciente. Prueba de ello es la siguiente: los bebes quieren agarrar todo los objetos rojos, aun sin tener noción de los colores y de sí mismos; se produce en ellos una atracción inconsciente.
Estos descubrimientos fueron tomados por la terapia del color, para crear determinados estados y transmitir cierta información. A rasgos generales, las personas pueden transmitir las siguientes sensaciones a partir de su vestimenta:
- Piel: seducción.
- Blanco y rosa: protección.
- Amarillo: llamado de atención.
- Verdes y azules: equilibrio.
- Turquesas y magentas: innovación.
- Marrones y neutros: lógica.
- Negro: autoridad e inteligencia.
Por otra parte, los colores son también utilizados con cierta intencionalidad por las áreas de Marketing. Veamos algunos casos: podemos ilustrar este apartado con alguna imagen que haga referencia? Quizás lo más simple sea con el caso de los tarros de azúcar
- Los colores anaranjados implican movimiento y, por lo tanto, son un tono adecuado para los restaurantes, cuando se pretende que las personas ingresen y salgan rápido de ellos.
- Si una habitación está pintada completamente de azul, luego de muchas horas, las personas pueden sentirse deprimidas, ya que transmite calma en exceso, lo que disminuye el tono muscular.
- En habitaciones rojas, se reportaron casos de aumento de la presión arterial, como consecuencia del estímulo visual.
- Azúcar en envase de plástico transparente con letras azules suele ser percibida más pura que la misma en un envase similar con letras rojas
- El efecto de una pastilla o de un remedio puede variar según su color.