Tras múltiples reclamos y cansados de no conseguir empleo, tres amigos con discapacidad visual encararon su propio emprendimiento en la provincia de Córdoba: una cooperativa que ofrece servicios de atención al cliente y de desarrollo de software.
Por Laura Ponasso
Jonatan Jusid, Julio Peralta y Bruno Boiero terminaron sus estudios y, como muchos otros jóvenes, aspiraron a tener su primer empleo, pero se encontraron con barreras y obstáculos. Ellos tienen discapacidad visual, y no solo no hallaron respuestas ni en el sector público ni en el privado, sino que vivieron los prejuicios de la sociedad.
Agotadas todas las instancias, iniciaron una serie de reclamos y fueron escuchados por la Cooperativa de Servicios Públicos de Oliva – a 70 kilómetros de la capital de la provincia de Córdoba-, que les propuso crear un call center. “Sabíamos que teníamos un futuro venturoso, desde el punto de vista del compromiso y de la voluntad. Aunque lo vimos también como desafío con muchos interrogantes, porque no dependía solamente de nosotros, sino de la aceptación de muchas personas”, explica Jonatan Jusid. Y afirma: “Le dimos forma al proyecto y lo llevamos a cabo”.
Finalmente, en diciembre de 2016, con apoyo del gobierno local y de la organización, los tres jóvenes lanzaron la cooperativa de trabajo IncluTel. Desde allí, bindan dos tipos de servicios: atención telefónica –para lo que cuentan con una central IP que soporta hasta 10 líneas y 30 internos-, y desarrollo y mantenimiento de sistemas informáticos.
“Sabemos que la atención telefónica es necesaria, y trabajamos todos los días para estar a la altura de las circunstancias”, remarca Jusid. Y puntualiza: “Ofrecemos atención dedicada para cada empresa, lo que requiere que nos capacitemos en sus productos y estudiemos sus necesidades, para así, establecer un organigrama y una estrategia de trabajo”. El servicio incluye grabación de llamadas y registros de gestiones, entre muchas otras tareas tradicionales de call center.
Para la Cooperativa de Servicios Públicos de Oliva, por ejemplo, ofrecen un servicio con múltiples aristas. Por una parte, toman reclamos de los clientes por problemas de energía, Internet o agua corriente, confeccionan las órdenes de trabajo que luego envían a las guardias de turno y, finalmente, realizan encuestas de calidad. Por otra parte, brindan información a los socios sobre su cuenta corriente, les notifican sobre los vencimientos de las facturas, establecen compromisos de pago, y derivan las gestiones al sector de cobranzas.
Perspectivas
Si bien IncluTel está en el interior de Córdoba, tiene como finalidad expandirse a nivel nacional y servir de punto de iniciación laboral para personas con discapacidad que se encuentren en cualquier sitio. “Sabemos que hay necesidad de empleo y, justamente, podemos atender el teléfono desde cualquier lugar”, afirma Jusid.
Y remarca: “Tenemos la suficiente aptitud y actitud para capacitar a las personas. Valoramos las capacidades por sobre todo; las contemplamos y, en función de ellos, analizamos las tareas que cada persona puede realizar”.
Particularmente, Jusid cuenta que tomaron capacitaciones específicas para lanzar y poner en funcionamiento el call center, pero que, fundamentalmente, se nutrieron de forma mutua de sus conocimientos: él es locutor, por lo que tiene gran manejo de las inflexiones de la voz; Bruno Boiero es analista de sistemas, carrera que le dio un gran dominio de la computadora; y Julio Peralta trabajó previamente como Telemarketer. “Además, podemos identificar una ventaja para este tipo de trabajo: en la medida en que la discapacidad visual nos llevó a tener un mayor entrenamiento del oídio, tenemos facilidad para ponernos en la situación de la persona que estamos atendiendo”, señala.
Desde IncluTel, ofrecen dos tipos de contratación a sus colaboradores: directa, a través de contratos mensuales; o indirecta, que permite a las personas vender servicios y asociarse a la cooperativa mediante el pago de un canon.
“El proyecto es muy interesante y está funcionando, pero necesitamos que las empresas confíen en nosotros, nos vean como una oferta de servicios y nos apoyen. Es una oportunidad para que mucha gente con discapacidad pueda sentirse cómoda y trabajar dignamente”, señala. Peralta añade: “Tenemos ganas de seguir adelante, progresar y sumar más personas al proyecto. Queremos crecer y poder dar trabajo a personas con discapacidad, porque sabemos y vivimos lo que es no conseguir trabajo”. “Las instituciones quedan; los hombres estamos de paso”, remarca Jusid.
Otros proyectos
- VTS Contact Center es una compañía que ofrece servicios de telemarketing, atención al cliente y reclamos, y gestión de campañas y encuestas. Fue fundada por dos emprendedores no videntes -Adrián Sánchez y Analia Oriani- en Montevideo (Uruguay) en 2013, con el objetivo de brindar y generar oportunidades laborales a personas con discapacidad y a personas mayores de 50 años que son excluidas. Hoy, emplea a más de 20 profesionales. Más información en vtscontactcenter.com.
- Nomines es una empresa de base tecnológica, que busca el desarrollo personal y profesional de personas con discapacidad. Brinda soluciones tecnológicas, servicios de contact center y de consultoría. Fue fundada por Leandro Simeoni en 2012, en Rosario (Santa Fe, Argentina). Ninguna persona de su círculo más cercano presenta alguna discapacidad, pero apuntó a trabajar en pos de una sociedad más equitativa, mediante la integración laboral. Más información en nomines.com.ar.
