Oriundo de San Juan, viajó a Buenos Aires para seguir su pasión. Con Steve Jobs y Bill Gates como referentes, se sumergió en la industria del software: fundó su propia empresa y hoy es presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Software, en un momento intenso de revolución digital. Entrevista a Aníbal Carmona.
Por Laura Ponasso
¿Cuál fue tu primer acercamiento a la tecnología?
Mi primer acercamiento con la tecnología fue mientras estaba en la escuela. Soy sanjuanino y, en esa época, estudiaba en la Escuela Industrial Domingo Faustino Sarmiento la carrera secundaria de Técnico Mecánico. Allá por 1980, un profesor de la materia Evaluación de Proyectos nos habló de la carrera de Sistemas y me resultó fascinante. Más tarde el padre de un compañero nos llevó a su oficina de trabajo en la Dirección General de Rentas, donde nos mostró el funcionamiento del Sistema 36 de IBM y fue en este preciso momento cuando sentí que había descubierto aquello a lo que me dedicaría toda la vida.
¿Cómo fue su carrera profesional académica y laboral?
En el año 1982, emprendí mi camino profesional y comencé a estudiar en la única universidad que contaba con la carrera de Ingeniería en Sistemas: la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN). Por aquel entonces, la UBA solo tenía en su currículo la Licenciatura en Computador Científico.
¿Tuviste algún referente?
En aquella época, Steve Jobs y Bill Gates fueron los referentes principales que me inspiraron a seguir confiando en mí mismo y a continuar apostando a mi crecimiento.
¿Cómo viviste el cambio?
Cuando llegué a Tandil me enamoré tanto de la ciudad como de la carrera que estudiaba con tanto esmero y pasión. Para solventar mis estudios, trabajé como docente auxiliar y luego como conserje en un hotel de la ciudad de la que tengo muy gratos recuerdos.
Así fue hasta el cuarto año de la carrera, cuando creé mi propia empresa unipersonal llamada HITWARE. Cuando me recibí de Ingeniero en Sistemas, la empresa se convirtió en Unitech, fusionándose con Data Génesis, empresa líder en UNIX en aquel momento.
¿Cómo siguió tu carrera?
Luego de más de 20 años dedicándome a promover y profesionalizar Unitech, en el año 2015 tuve el gran honor de ser nombrado presidente de la Cámara Argentina de la Industria del Software (CESSI) y acepté con gran felicidad la responsabilidad que conlleva este puesto. Un año más tarde, se designó al puesto del presidente de CESSI como Vice Chairman de Latinoamérica de WITSA, que recibí también con gran orgullo.
Con 56 años y una gran familia conformada por siete hermanos, mi increíble esposa y cinco hermosos hijos, con cuatro de los cuales tengo el placer de compartir el trabajo que amo en Unitech, estoy convencido que la pasión por mi profesión y la perseverancia en cada etapa fueron las claves que me permitieron llegar hasta aquí.
¿Qué te motiva de la profesión?
Desde que supe que asumiría como presidente de la Cámara, confirmé mis deseos de ser uno de los protagonistas de la industria del software en Argentina, para lograr hoy mayor progreso e inclusión social con la generación de empleo del futuro, y posicionar al país como un actor atractivo y sumamente calificado para la industria en el mundo.
En otras oportunidades, te referiste a la importancia del talentismo. ¿Por qué justamente la importancia hoy?
La industria de software en Argentina es una industria sumamente pujante que no encuentra límites de crecimiento, pero sí se topa con el obstáculo de obtener el talento que tanto necesita para fomentar aún más su crecimiento en la Economía del Conocimiento. Los empresarios argentinos han expresado su deseo de tomar 14.500 empleados capacitados este año, de los cuales solo podrán cubrirse aproximadamente entre 5.000 y 6.000 puestos considerando el número de los talentos calificados que deciden estudiar las carreras asociadas y terminar sus estudios, incluyendo también los planes como 111Mil, Codo a Codo, y Programación 3.0, entre otros.
El talento se presenta como la nueva moneda, el bien escaso con el que se está construyendo la nueva Economía del Conocimiento, una economía que generará más de 200.000 empleos hacia el año 2030, con más de U$S 15.000 millones en exportaciones.
¿Cuáles son los pasos a seguir, en lo personal y profesional?
El escenario actual necesita que como industria y como agente importante en su crecimiento y competitividad continúe aportando la visibilidad y las herramientas que se exigen. En el ámbito personal, continuaré con el propósito de mi empresa, y seguiré capacitándome, aprendiendo y estudiando de todos los ecosistemas en los que trabajo, en este fascinante momento de revolución digital que estamos viviendo como sociedad.