A finales de la década del 2000, la magia que Eastman Kodak había sabido ofrecer a través de sus cámaras y rollos de fotos parecía desaparecer. Los dispositivos digitales marcaron un quiebre en la industria y el surgimiento de los escáneres luego revolucionó el mercado corporativo. Una historia de evolución, que entrama diferentes clientes y soluciones, pero sostiene un elemento en su eje: el valor de la calidad de las imágenes. Entrevista a Sandra Galvez, Marketing Manager Latam para Kodak Alaris.
¿Qué relación guardan los modernos escáneres con las cámaras de rollo tradicionales?
En su época dorada, Eastman Kodak era reconocida mundialmente por el negocio de cámaras fotográficas, que se consolidaba como su máximo core negocio y su principal fuente de ingresos. Y justamente esa tecnología que logró posicionar a las cámaras Kodak en el mercado y revolucionar el segmento le permitió también la apertura y la creación de otros negocios, muchos de los cuales aún siguen existiendo.
La tecnología utilizada en las cámaras tradicionales, por ejemplo, fue implementada y trasladada a los escáneres. Hoy, estos equipos la siguen utilizando, del mismo modo que lo hacen las cámaras fotográficas profesionales. Los lentes utilizados por estos diferentes equipos son son muy similares; la única diferencia existente es el procesamiento que se realizaba luego de tomada la imagen para obtener el producto final, respecto del tratamiento actual.
¿Cómo fue el proceso de desarrollo del negocio de los escáneres?
Las primeras series o familias de escáneres de Kodak datan de la década de 1990. A lo largo del tiempo, se fueron identificando nuevas necesidades de los usuarios y se fueron robusteciendo los equipos. Por ejemplo, se incluyeron softwares, para hacer mucho más efectiva la captura de documentos. De este modo, los sistemas apuntan a que las imágenes resulten lo más claras, nítidas y visibles posible, sin importar las arrugas, los dobleces, los cortes o las manchas que el archivo pueda tener.
¿Cuál crees que fue el principal error de Eastman Kodak que le impidió sostenerse en el podio y qué aprendizaje rescatas de aquella época?
La transformación es algo que cada negocio debe ir viviendo a lo largo de los años, y esto puede incluir el desarrollo de nuevos segmentos de negocio. Muy a pesar de que los encontraron, creo que la fe en esos negocios alternos no recibió la dedicación suficiente para desarrollarlos con todo el potencial y hacer la conversión. El primer paso en la evolución debe ser apertura a la transformación, a partir de las oportunidades alternas que se presentan.
¿Cómo se dio el paso de la emblemática Eastman Kodak a Kodak Alaris?
En 2013, el negocio de escáneres se independizó y se posicionó bajo el paraguas de una nueva compañía denominada Kodak Alaris, enfocada completamente en la gestión de la información. Esta naciente firma se llevó también a su portafolio Kodak Moments, la unidad dedicada al proceso posterior a la toma de fotos y que determina el producto final que el cliente quiere obtener.
En tanto, la tradicional Eastman Kodak desarrolló otras líneas de productos. Entre ellas se incluyen ópticas, monitores y celulares.
¿Cómo describirías al cliente de Kodak Moment?
Este es un producto completamente dirigido al cliente final. Los usuarios pueden acceder a nuestra propuesta a través de los kioscos, ubicados en supermercados, farmacias y otros puntos de venta. Normalmente, los usuarios imprimen sus fotografías para ocasiones especiales, cuando quieren hacer un obsequio o conservar un recuerdo especial.
¿A qué tipo de clientes está dirigida la unidad de escáneres de Kodak Alaris?
Este es un negocio B2B. Nuestro esquema de ventas se sostiene a través de mayoristas y de canales. En cualquier lugar u oficina en donde haya una pila de papeles, para nosotros existe una oportunidad de ayudar a los usuarios a eficientizar el manejo y la gestión de sus documentos de forma digital. A lo largo de los años, tuvimos un fuerte auge en la industria financiera y bancaria, dadas las necesidades. Normalmente, la banca busca ser súper competitiva y estar a la vanguardia con los servicios que ofrece, con el afán de brindar una satisfacción adecuada, conservar y preservar a los clientes.
¿De qué modo contribuyó a la experiencia de los clientes de la banca?
La apertura de un producto bancario, sea una cuenta, un crédito hipotecario o una tarjeta de crédito, por ejemplo, normalmente, demoraba hasta un mes. Además, este proceso exigía el resguardo de todos los documentos y la información del producto y del cliente. Esta situación fue forzando al sector a mejorar los procesos. Hoy, ante cualquier operación, los ejecutivos pueden digitalizar los documentos en el escáner delante de los clientes, e integrarlos a los procesos ya implementados en el banco para ejecutar todas las revisiones. Esto permite que en el lapso de unas horas el cliente obtenga una respuesta a su solicitud de trámite
¿Cuáles son los diferenciales que ofrecen en el uso de los escáneres?
La calidad de la imagen y la interconexión entre diferentes equipos son algunos diferenciadores. De todos modos, los desarrollos han ido incluso muchos pasos más adelante. Ayudamos a las empresas a generar un documento de gran calidad y nitidez, para que sea legible para la extracción de la data, pero que al mismo tiempo sea factible de almacenarse y resguardarse sin necesidad de contar con grandes espacios.
Además, se destaca la facilidad de uso de los equipos. Tenemos estándares que el área de IT los configure y el operador solamente debe presionar un botón, colocar los papeles, y recoger los documentos. Hay incluso equipos diseñados para digitalizar grandes volúmenes de documentos y acomodarlos sin ayuda del operador.
Recientemente, lanzamos un producto que además le envía una devolución al operador, en donde le confirma si los documentos fueron correctamente digitalizados. Esto le permite que, si el proceso no fue realizado de modo adecuado y el cliente está frente suyo, pueda hacerlo nuevamente antes que se retire.
¿En qué otro sector lograron aportar valor?
Jugamos un papel importante en el sector salud, particularmente en el tratamiento de expedientes. Para los pacientes, es importante contar con su historial de salud en una nube, de modo que esté disponible para cualquier oficina o doctor ante el que se presente.
¿Cómo entra en juego la inteligencia artificial?
La inteligencia artificial y cognitiva, entre otras tecnologías aplicadas para la analítica, la toma de decisiones y el almacenamiento de datos en bases estructuradas, pueden ser utilizadas a partir de la conexión de los escáneres con determinados softwares..
¿Cuáles son las proyecciones para los próximos años en cuanto a la digitalización de archivos?
Algunas regiones adoptaron estas soluciones más rápidamente y las empresas son más conscientes de los beneficios de la transformación digital.
Sin embargo, Latinoamérica siempre estuvo un paso atrás. Muchas empresas seguían basando toda su revisión de información y sus análisis en papeles, y teníamos el reto de explicar al cliente por qué llevar adelante esta transformación en su negocio. Normalmente, se asociaban estas soluciones a negocios con grandes lotes de documentos, por ejemplo, acervos históricos en museos o expedientes estatales que, por prevención ante desastres naturales o el deterioro propio del paso del tiempo, debían ser resguardados.
En el último año esta situación cambió. El distanciamiento impuesto a raíz de la pandemia impactó en las organizaciones y dificultó la toma de decisiones, por la falta de acceso a los documentos que habían quedado en las oficinas. Fue entonces cuando muchas firmas voltearon para ver este tipo de soluciones, e incluso industrias que entendíamos muy lejanas. Ahora, es mucho más sencillo dialogar, intercambiar este tipo de información y hacer conciencia en el cliente del por qué es importante empezar a generar los documentos en un formato digital.
Estos años de transformación en la unidad de escáneres nos permitieron identificar el gran potencial que todavía tenemos, por la cantidad existente de papel y de datos. Es importante que las empresas tomen conciencia, e incluso nosotros a nivel personal, del valor de conservar los datos de manera estructurada. A lo largo de los años, esta decisión genera beneficios en cualquier entorno de negocio y de la vida.
Por Laura Ponasso