Por Darío Palmero, director en el Estudio Palmero de Belizán & Asociados
Si alguien nos hubiese comentado que de un día para el otro toda la población debería aislarse en sus domicilios, sin posibilidad de asistir a las oficinas ni de realizar tantas otras actividades, sin lugar a duda, no lo hubiéramos creído. En su lugar, hubiéramos pensado que se trataba de una sinopsis interesante para una película. Tal es así que pasar a vivir en esta inesperada realidad nos tomó por sorpresa.
Este escenario representó todo un reto para las empresas en Argentina. Desafió a los ejecutivos a tomar decisiones en un escenario incierto, luchando por la supervivencia de sus negocios.
En el Estudio Palmero de Belizán & Asociados (EPB&A), no dudamos un segundo en trasladar el trabajo a los hogares desde el primer día de la cuarentena, buscando siempre garantizar seguridad y compromiso a nuestros equipos y clientes. Haber logrado aplicar satisfactoriamente el home office en este ecosistema y estar finalizando el 2020 de igual manera, desde ya, representa un caso de éxito.
No hay dudas en que el confinamiento encontró a algunas empresas mejor preparadas que otras en lo que respecta a tecnología. Para rubros como collections, con la virtualidad a nuestro servicio, afortunadamente nos fue posible adaptarnos con celeridad a las nuevas modalidades. Particularmente en EPB&A, tiempo antes de la sorpresiva pandemia, ya habíamos iniciado una estrategia digital con el desarrollo de la plataforma “Deuda Online”. Esta novedosa metodología de ofrecer el servicio de cobranza de deudas resultó una herramienta clave en este cambio de paradigma.
La crisis que la pandemia generó se consolidó también como una oportunidad para EPB&A, en tanto potenciamos considerablemente el uso de nuestra plataforma fintech. Este sitio no solo ofrece una solución y una alternativa a la cobranza tradicional, sino que también se alinea a cada perfil de manera dinámica y accesible. Además, hace más eficiente el tiempo del gestor de cobranza a la hora de negociar y brindar la información requerida por cada deudor. A partir de un entorno user friendly, el cliente en mora puede consultar su deuda, elegir la opción de pago que mejor se adapte a sus posibilidades y cancelarla sin mediar con terceros, en el momento que lo desee.
El boom de los medios de cobro digitales. El confinamiento nos encontró ya incursionando en este ecosistema. Y gracias a ello, potenciamos las bocas de cobro electrónicas y logramos recaudar el 100% de los pagos por esos medios.
La situación de la economía llevó a muchas entidades financieras y grandes, medianas y pequeñas empresas a buscar distintas alternativas para gestionar sus procesos. Y mostraron interés particularmente en la tercerización de las cobranzas de deudas, que, en muchos casos, no sabían cómo manejarlas y veían que se acumulaban. Si bien desde su lanzamiento, Deuda Online despertó el interés de nuestros clientes por ser una herramienta innovadora, en este contexto resultó una gran solución para los nuevos clientes que hemos adquirido en estos meses.
En definitiva, este reto desafió nuestra agilidad y versatilidad para adaptarnos a los grandes cambios a los que la pandemia nos enfrentó y reafirmó la necesidad de tener una oferta de servicios adecuada a las demandas fluctuantes del mercado. Sin lugar a duda, este logro se debe al compromiso de nuestros colaboradores y a cada uno de nuestros clientes que confían hace años en nosotros.
Ya avizorando la escena a la que nos tendremos que preparar para la post pandemia, confiamos en que el potenciamiento logrado con Deuda Online nos ubica en un terreno seguro para estar en condiciones de gestionar grandes cantidades de mora que, seguramente, recibiremos en el año 2021.
Leé esta nota y el informe completo “Oportuncrisis: historias reales” en la revista CONTACTCENTERS 101.