En un contexto en el que el acceso a la información es cada vez más sencillo gracias al avance tecnológico, se está viendo que, en muchas ocasiones, tener muchos datos no genera mejores resultados, sino todo al contrario: confunde a los ejecutivos.
Según IT Chronicles, las industrias generan aproximadamente 2 quintillones de bytes de datos al día. Sin embargo, solo el 26% de las empresas han cultivado una cultura basada en datos. Además, el 22% de las compañías no tecnológicas apenas comienzan a descubrir cómo los datos pueden dar forma a sus estrategias.
En este sentido, es importante hacer una clara distinción entre lo que se considera datos e información. Podríamos definir a los datos como aquellos eventos, transacciones o hechos concretos que están disponibles de forma rápida y sencilla. Por otra parte, cuando se habla de información se hace alusión a aquellos datos que han sido procesados, comprendidos e interpretados por el receptor que lo solicita, aportándole valor para la toma de decisiones.
¿Cuál es el dilema al que se enfrentan las personas a la hora de tomar decisiones?
Diego Corallo, vicepresidente y director financiero de Segurarse. explica que las personas quieren utilizar los datos para mejorar la toma de decisiones, pero no saben cómo ni por dónde empezar. En esta línea, Agustina Korman, gerente de planeamiento y control de gestión de Segurarse, agrega que, antes de determinar si un dato es útil o no, es necesario tener una comprensión clara del análisis que se quiere realizar y del objetivo o propósito buscado. Es decir, se considera que un dato es útil cuando ayuda a las personas a tomar una decisión.
“Partiendo de esa premisa, también es clave entender que un dato es útil cuando es preciso, confiable y relevante para el objetivo en términos estadísticos. Un dato debe ser desechado si no es fiable, actual o incompleto, ya que puede afectar su interpretación y, en consecuencia, se pueden tomar decisiones equivocadas”, señala la especialista.
Corallo señala que el 97% de las personas desean obtener ayuda de los datos existentes, pero creen que no tienen las habilidades necesarias para interpretar la información de manera significativa. Esto está provocando una parálisis en la toma de decisiones tanto en nuestra vida personal como profesional.
En este sentido, Korman menciona que, si se observa la evolución de los negocios y la tecnología, como también la velocidad a la que transcurren las cosas, se puede llegar a la conclusión de que la toma de decisiones es cada vez más veloz y frenética.
“Creo que esto es lo que puede estar provocando una parálisis ya que, al haber tanta información disponible y de forma instantánea, cada vez es más arduo procesar, organizar y almacenar los datos para luego poder realizar un correcto análisis de estos”, enfatiza.
Diego Corallo remarca que “las empresas toman decisiones basándose en la experiencia previa y, al vivir en una constante crisis, las personas no saben si tomar decisiones basándose en sus datos o en el instinto”.
¿Qué tecnologías utilizan las empresas para captar datos relevantes para su negocio?
Korman por su parte, señala que las herramientas a aplicar son diversas y varían según el tamaño y la industria de la empresa, por lo que cada una debe seleccionar las que mejor se adapte a sus necesidades específicas y su estrategia de negocio.
Según la especialista, a grandes rasgos, se pueden enumerar las siguientes tecnologías:
- Sistemas de gestión de relaciones con el cliente (CRM)
- Sistema de gestión de base de datos (DBMS)
- Herramientas de Cloud Computing
- Tecnología para análisis de Big Data combinada con Inteligencia Artificial
- Plataforma de Inteligencia de Negocios (BI)
- Herramientas de análisis web
- Plataformas de marketing digital
- Sensores y dispositivos IoT
- Herramientas de encuestas y feedback.
- Aplicaciones móviles y registros de usuarios
- APIs y servicios de terceros
Un informe de Oracle señala que el 94% de los ejecutivos cree que, cuando disponen de los datos y la información adecuada, pueden tomar mejores decisiones en RRHH y finanzas (94%), cadena de suministro (94%) y experiencia del cliente (93%).
“Disponer de datos e información adecuada hace que tomemos mejores decisiones. Más que nada en estas áreas. Poder proyectar sobre una base de datos es la clave para la salud financiera. Hoy en día hay muchos datos que pueden alterar el correcto flujo del negocio”, enfatiza Diego Corallo.
¿Cuáles son las personas “ideales” para convertir los datos en información?
Para Korman, es de vital importancia tener claro el objetivo o propósito y confiar en los datos. Estos deben provenir de una fuente fiable, objetiva, basada en procesos científicos/estadísticos. “Luego, resulta clave realizar una normalización de la base de datos. Esto significa organizar el conjunto de datos para evitar redundancias e inconsistencias, y garantizar la integridad de la información”, explica la especialista.
“Además, a través del análisis de dicha información, se procede a obtener patrones y relaciones para lograr obtener resultados que luego se deben comunicar para que se tomen las correspondientes decisiones”, añade.
En paralelo, introduce varias profesiones que se adaptan perfectamente a esta tarea, aunque preferentemente deben tener una formación en data, estadística e ingeniería de datos.
“Existen varias profesiones que se adaptan perfectamente. Algunos perfiles que se destacan son analista de datos, analista de inteligencia de negocios (BI), científico de datos, ingeniero de datos y arquitecto de datos”, enumera Korman.
¿Qué importancia se les da a los datos en ámbito público en Argentina?
Los datos son hechos, eventos o transacciones que se toman de forma rápida y sencilla. Sin embargo, si alguien no recopila los datos y los pone a disposición de los usuarios, es más difícil -e incluso imposible- contar con información de calidad.
En este sentido, los datos públicos como, por ejemplo, el PBI de un país, es de suma importancia para las empresas, ya que es un factor fundamental para la toma de decisiones importantes.
En este sentido, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) en la 7° edición del Índice de Datos Abiertos de Ciudades Argentinas, se dio a conocer que Buenos Aires tiene el 100% de sus datos en formato abierto, ocupando el primer puesto junto a Bahía Blanca, General Pueyrredón, Godoy Cruz, Mendoza y Olavarría.
Este ranking es realizado por la Fundación Conocimiento Abierto y se desprende del Global Open Data Index, un índice diseñado por Open Knowledge International que releva el estado de los datos abiertos a nivel países, con el fin de promover las buenas prácticas de apertura de datos en formatos abiertos y reutilizables.
De hecho, se considera a Buenos Aires como una ciudad pionera en la región con respecto al derecho y acceso de la información pública, la apertura de datos y las prácticas de gobierno abierto. De hecho, cuentan con una app BA Data en el que se expone a disposición de todas las personas la información pública, facilitando la transformación de estos en información.