Por Maria Laura Palacios, CEO en G&L Group
La vida y el ecosistema de las empresas han cambiado mucho en los últimos meses, lo que hizo que roles o funciones que ya existían y ocupaban un lugar, hoy ocupen otro y tomen un protagonismo por sobre roles que hasta este momento parecían ser clave. La incertidumbre del contexto hizo que la creatividad y el desarrollo de ciertas habilidades pasaran a ser un desafío y acá es donde la figura del Scrum Master se convirtió en un agente de transformación con la capacidad de fomentar un cambio cultural, organizacional y de equipo. Este poder de transformación radica en su manera de escucha activa y comunicación empática, asertividad, tolerancia a la incertidumbre, espíritu de servicio, trabajo en equipo, orientación a resultados y una ambición de mejora y aprendizaje continuo.
El período de transición y transformación por los que están pasando las empresas y sobre todo a nivel de procesos tecnológicos, conlleva a tener que hacer un cambio en la forma tradicional de trabajo para pasar a una metodología mucho más rápida y ágil y con profesionales que sepan dar valor y buenos resultados en plazos cortos. El Scrum Master dentro de este marco de trabajo, adquiere un protagonismo y liderazgo clave. La pandemia enfrentó a esta figura a nuevos retos y metas, que demostraron que su función y capacidades son las necesarias para transitar la incertidumbre, la resolución de nuevos conflictos y la toma de decisiones permanentes en pos de mejores logros, sobre todo de cara a los clientes.
En este contexto tan particular un Scrum Master permite mantener la unión y cohesión de los equipos, esté donde esté cada uno de sus integrantes, haciendo que todos mantengan el foco en el objetivo del proyecto, logra que todo lo remoto sea más fácil, ayuda a la transformación digital impuesta y a resolver problemas y bloqueos. Pero más allá de estos aspectos si se quieren más técnicos de su rol, un Scrum Master también se destaca por su condición de liderar desde una visión más humana con foco 100% en las personas y motivando la colaboración para que se dé de una forma espontánea y no impuesta. Liderar sin perder el lado humano permite generar en el otro un cambio importante.
Ya se señala que cada vez será más necesario que las carreras técnicas tengan una base más humanista ante la llegada de robots y otras tecnologías. Y es por esto que Scrum Master se posiciona como una de las carreras del futuro y con mejores perspectivas laborales de cara a los próximos años.