CyberSource y el Instituto Latinoamericano de Comercio Electrónico (eInstituto) presentaron el Reporte de Fraude Online 2017 para América Latina, que revela cómo los comercios administran el fraude en la actualidad desde el análisis de métricas claves, incluidos los índices de contracargos, el rechazo de órdenes y la revisión manual. A continuación, el resumen ejecutivo y las conclusiones.
América Latina y el Caribe tiene uno de los mercados de eCommerce de mayor crecimiento en el mundo, con un volumen proyectado de ventas para 2017 de US$ 72.000 millones. Este rápido crecimiento va de la mano de índices de fraude más elevados, por lo que resulta esencial para los comercios implementar estrategias de administración de fraude eficientes y efectivas.
La propagación de técnicas sofisticadas utilizadas por los defraudadores exige a los comercios equiparse con herramientas para la administración de fraude mucho más poderosas. Hoy, se apoyan fuertemente en la revisión manual, proceso que insume mucho trabajo, tiempo y es vulnerable al error humano. Las herramientas de detección automatizada que evalúan las órdenes en tiempo real para distinguir correctamente las compras genuinas de las fraudulentas pueden ayudar a aumentar los ingresos, mejorar la eficiencia operativa y reducir los costos por fraude -con el beneficio agregado de optimizar el proceso de aceptación de órdenes y mejorar la experiencia de compra del cliente-.
Esto resulta muy importante especialmente para aquellas medianas empresas que, posiblemente, han invertido menos en herramientas contra el fraude que otras empresas más grandes. Los defraudadores tienden a migrar hacia comercios con programas para la detección de fraude menos precisos. Las empresas medianas enfrentan aún mayores riesgos de tener más costos por fraude, ya que los defraudadores apuntan a aquellas en las que queden menos expuestos.
Los comercios de la región reportaron un índice de contracargos de 1,7%, un índice de revisión manual de 28%, y un índice de rechazo de órdenes de 9,2%. Esto significa que, posiblemente, estén sacrificando una parte importante de órdenes válidas, alejando así a los clientes genuinos y reduciendo potenciales ingresos.
Por otra parte, se suma un nuevo factor a la complejidad en la detección de fraude en el canal mCommerce, canal que avanza continuamente y para el que se estima un crecimiento de más del triple, que alcanzaría los US$ 16.600 millones entre 2015 y 2020: mientras que el 67% de los comercios informa que evalúa las órdenes en busca de fraude en el canal móvil, los métodos utilizados son generalmente los mismos que utiliza para eCommerce y cuyo diseño no ha sido adecuado para la detección precisa del fraude móvil. Lograr distinguir los canales de eCommerce y mCommerce por separado durante la fase de búsqueda de fraude es un punto crítico a la hora de reducir el fraude en el canal móvil. De este modo, los comercios de América Latina y el Caribe pueden implementar herramientas de detección de fraude móvil efectivas para incorporar a sus estrategias integrales de administración de fraude.
Herramientas de detección de fraude más utilizadas
- Número de verificación de tarjeta (CVN)
- Historial crediticio
- Historial de órdenes del cliente
- Device fingerprinting (huellas del dispositivo)
- Verificación de email
- Modelo de puntuación de fraude específico de la compañía
- Mapas/indicadores geográficos
- Información de geolocalización (país, ciudad, etc.)
- Listas negativas/listas negras (listas internas)
- Servicios pagos de registros públicos
- Autenticación del pagador (3-D Secure)
- Listas de positivos/listas blancas
- Detección de proxy
- Resultados de motor de búsqueda
- Listas de negativos/hotlists compartidas
- Sitios de redes sociales
- Test de velocidad
- Autenticación de dos factores (en la aplicación, SMS, correo electrónico)
Encuentre el informe en la revista CONTACTCENTERS 87.