Los medios de pagos electrónicos se convirtieron en una herramienta estratégica para el sector de cobranzas, ya que es una alternativa que ayuda a las personas a saldar sus deudas de manera más rápida y sencilla. Los medios de pagos digitales llegaron para quedarse y su uso se intensificó durante el contexto actual.
Por Silvana Palmero, presidente del Estudio Palmero de Belizán & Asociados (EPB&A)
Desde que inició la pandemia en marzo del año pasado, las organizaciones comenzaron una serie de transformaciones que alteraron sustancialmente el manejo de dinero por parte de grandes y pequeñas empresas. Las firmas de cobranzas y de servicios financieros fueron algunas de las que mayor impacto tuvieron en este aspecto, y se encuentran en medio de una gran transición, acelerada. Este impulso se debe al crecimiento del rol de la digitalización en la vida financiera y económica de las personas, donde los pagos electrónicos están ocupando un lugar central.
La pandemia aceleró de manera exponencial los pagos digitales, impulsando a gran cantidad de individuos a incursionar en las distintas alternativas como pagos con QR, transferencias, y billeteras virtuales.
A esto se suma la situación de la economía que llevó a muchas entidades financieras y grandes, medianas y pequeñas Empresas a buscar distintas alternativas para transformar sus procesos y operaciones. En relación con este tema, y desde EPB&A, durante el año de aislamiento, el 100% de los pagos fueron percibidos por medios digitales, algo antes impensado. Potenciado por el uso de nuestra plataforma Fintech “Deuda Online”. Luego, con la apertura de rubros y de las oficinas, en casos muy aislados, han preferido abonar en efectivo, pero son los menos. Vemos que la tendencia hacia el mundo digital continúa predominando. Consideramos que esta herramienta vino para quedarse. Asimismo, informes de la industria proyectan una gran tendencia a la digitalización de la economía.
La transformación continúa. Por ello, es momento de seguir reinventándose, de revisar procesos y seguramente continuar creando soluciones de este tipo. Hay que repensar y no quedarse atrás. Vamos hacia un mundo “sin efectivo”, y la pandemia ha potenciado esta apuesta, que seguirá creciendo de manera exponencial los próximos años, y esta aceleración va a abrir nuevas oportunidades para todo el ecosistema de los medios de pago.