En el marco de la crisis sanitaria desatada por el COVID-19, cobraron fuerza diferentes iniciativas para establecer un marco regulatorio y formalizar el trabajo a distancia, en el sector privado y público. Uno de los proyectos fue presentado recientemente por Silvina García Larraburu, senadora nacional oficialista por Río Negro.
Entrevista a Silvina García Larraburu. Por Dr. CEX
En tanto el proyecto de ley trasciende a la crisis sanitaria actual, ¿visiona ésta ley como un impulsor y acelerador de la transformación digital de las personas y las empresas que las emplean?
La situación de emergencia que generó la pandemia y el aislamiento social preventivo y obligatorio volvió a instalar el debate y la necesidad de aggiornar las relaciones laborales para que apunten y permitan implementar el trabajo a distancia o teletrabajo como forma alternativa a la clásica organización presencial en el lugar de trabajo. La propuesta es dar un cuadro normativo que permita enmarcar legalmente la relación entre el empleador y el trabajador de manera tal de permitir, en forma voluntaria, esta nueva modalidad de trabajo a distancia. Este esquema también permite que sea más laxa la organización del trabajo, desafío primordial en el diseño y planificación de políticas de género vinculadas al ámbito laboral. Informes de la Organización Internacional del trabajo (OIT) señalan los efectos positivos que fueron relevados, como la reducción en los tiempos de traslado, la mayor autonomía en el tiempo de trabajo, el mejor equilibrio personal-familiar-laboral y el aumento de la productividad. Por su parte, las empresas se benefician al elevar la motivación de sus colaboradores, bajar la tasa de rotación de personal y gestionar de forma más eficiente el espacio en sus instalaciones. Sin lugar a dudas, permitirá una transformación basada en el trabajo 4.0 que obligará a repensar y mejorar el esquema tecnológico, basado en la cobertura de las TICs.
Considerando que el teletrabajo solo es posible con tecnología, ¿qué posición tomaría el Estado para facilitar que en los hogares argentinos estén dadas las condiciones de infraestructura para operar en forma remota?
Creemos que este es un aporte al marco jurídico de la actividad, que permitirá nuevas condiciones de inversión para el sector privado, el desarrollo de servicios y mejoras en la red de datos a través de la implementación del 5G. Igualmente, la participación de ARSAT como parte del Estado, ordenando y permitiendo un mayor alcance de los servicios a lo largo y a lo ancho del país a través del backbone de fibra óptica, internet satelital y sus servicios de almacenamiento, es fundamental para el desarrollo y funcionamiento de este nuevo esquema de repensar las relaciones laborales.
El otro punto y no menor es poder generar, a través de las universidades y organismos técnicos pertinentes, un fuerte esquema de capacitación para promover el cambio cultural necesario y la adaptación a esta nueva modalidad, tanto en el sector público como privado.
¿Cómo es posible conciliar la necesidad de las empresas de controlar y coachear a sus empleados, sin que sus empleados se vean invadidos?
El trabajo a distancia es una apuesta a futuro que sirve para modernizar el concepto de las relaciones laborales, de manera tal de promover una mayor conciliación entre la vida personal, familiar y laboral de las personas que trabajan bajo esa modalidad, permitiendo incorporar bajo este esquema a los grupos socioeconómicamente vulnerables, como las personas con discapacidad y con movilidad reducida. No lleva a una precarización del trabajo, ya que se basa en tres conceptos básicos: voluntariedad, reversibilidad y respeto de las condiciones originales del contrato de trabajo original a través de un contrato específico adicional.
Para los nuevos puestos, esta ley sirve de base y garantía para los nuevos derechos laborales hasta que los mismos sean incorporados en las convenciones colectivas de trabajo correspondientes, haciendo el uso de la situación más favorable para el trabajador y permitiendo establecer claramente los límites y el alcance del monitoreo de la empresas en el domicilio del trabajador y el cambio de mentalidad que significa para los dos actores fundamentales (empleador y empleado) de poder trabajar en base a objetivos y no en función del horario de trabajo.
Ante situaciones de crisis, ¿la Ley preverá los cambios de modalidad presencial a teletrabajo y/o la inversa, en tiempos inmediatos?
Ese es el objetivo. Apuntamos a que el proyecto pueda ser tratado en lo inmediato y enriquecido en el debate en comisiones a través del aporte de los gremios, cámaras empresariales y otros sectores de la sociedad civil, de tal manera que una vez aprobada la Ley, sea posible una rápida implementación. Esta crisis nos plantea un momento histórico, que no se puede desaprovechar a futuro.