Por Martín Mazza, cofundador de PAGO46.
La innovación tecnológica es premisa en el competitivo y dinámico escenario actual. A partir de la transformación digital los distintos agentes tecnológicos ocupan un rol clave en la proyección evolutiva de los mercados.
En este escenario las empresas deben direccionar sus acciones en pos del progreso tecnológico, adentrando el negocio en el ecosistema digital, favoreciendo los procesos comerciales a través de la creatividad especializada y la innovación.
Es por ello que la innovación disruptiva se sitúa como eje fundamental del progreso en los negocios. Refiere a la ruptura de paradigmas actuales, para la creación de procesos radicalmente distintos a los existentes. En la disrupción paradigmática se sitúa el surgimiento, y sin dudas crecimiento exponencial de las ya conocidas billeteras virtuales. Estas se encuentran en plena ebullición en Latinoamérica, con gran exponencial de crecimiento y alcance.
El boom de las billeteras virtuales
Las billeteras virtuales son herramientas innovadoras y prácticas que permiten realizar múltiples operaciones financieras sin la necesidad de utilizar dinero en efectivo o tarjetas de crédito o débito (que para esto último se debe estar bancarizado).
Durante la pandemia han adquirido gran popularidad y han sido los grandes aliadas para los emprendedores impulsad. En primer lugar por colaborar con las medidas sanitarias, y luego tras su adopción por parte de los consumidores, ponderando la facilidad de uso y acceso, así como también las múltiples opciones que abre para la compra y pago de servicios y productos entre otras funcionalidades.
Los avances tecnológicos ofrecen nuevas posibilidades a la hora de realizar casi cualquier tarea cotidiana. Tanto es así que una de las prácticas que más ha aumentado su popularidad, en el último tiempo, son las mencionadas billeteras virtuales. Los expertos coinciden en que la modalidad de pagos por celular está en plena expansión, al tiempo que desciende el uso de dinero físico.
Estas nuevas formas de pago electrónico favorecen tanto al comprador como al vendedor, ya que pueden ser una herramienta de inclusión financiera que promete mayor comodidad y agilidad al usuario. Y en muchos casos, brinda ofertas para consumos en locales que utilicen este medio. Cuanto más se amplía la posibilidad de compra o pago para el comercio, se puede llegar también a otros consumidores antes excluidos.
¿Pero qué sucede con las personas que no se encuentran bancarizadas? ¿Es posible digitalizar el dinero en efectivo para que la inclusión financiera sea un hecho? Desde Pago46 favorecemos la economía digital, permitiendo que cualquier persona pueda elegir la forma de pagar y hacerlo de manera conveniente, y que la manera digital no deba estar restringida al uso de crédito, débito y cuentas bancarias.
En los países desarrollados hay un incremento en el surgimiento de opciones de aplicaciones y tecnologías facilitando el acceso al efectivo, ya que la forma de sostenerlo implica desarrollar infraestructura del siglo pasado basado ATM, o inversiones en capex con altos costos de mantenimiento. Una de las formas de sostener la democratización del efectivo es a través de la digitalización de este.
Actualmente en Latinoamérica más del 40% de las personas mayores de 15 años no tienen cuenta bancaria por lo que el efectivo es la forma de transaccionar que poseen. En los países en vías de desarrollo la población no bancarizada se estima en 2.500 millones de personas. Estas dependen del efectivo o servicios financieros informales que no son seguros, ni convenientes.
Es por ello que la tecnología presenta nuevas formas de brindar inclusión de manera significativa y efectiva. Brinda una oportunidad para llegar a una gran parte de la población, particularmente a aquellos que aún no están bancarizados y las instituciones financieras tradicionales se han rendido y dado la espalda.
Digital + físico
No obstante, el efectivo tiene propiedades intrínsecas como la inmediatez, seguridad, privacidad y cero costos transaccionales, que incluso en mercados desarrollados se dificulta el reemplazo total, sobre todo en sectores vulnerables.
La solución es hacerlo inclusivo, facilitando que esos sectores de la población puedan utilizar también el efectivo para compras y pagos online de forma sencilla, convirtiendo la transición a una moneda 100% digital. Favorece así la elección, conveniencia y opciones de pagos, creando un puente para que más personas puedan participar de la economía digital sin fricción.
En este aspecto las plataformas de transacciones digitales combinan lo mejor del mundo físico y online. De esta forma, se brinda una solución de conversión de efectivo a digital, similar a un cajero automático. En este tipo de tecnología, a través de la integración de una API, los clientes pueden pagar sus compras online con efectivo.
Agilizar los procesos de pago son lo que garantizan la accesibilidad. En este aspecto la tecnología se sitúa como el mayor aliado, facilitando significativamente los procesos para obtener resultados extraordinarios.
Los no bancarizados representan, para el eCommerce, una ventaja competitiva con incidencia en el aumento de ventas, especialmente porque gran parte de esa población tiene acceso a dispositivos móviles y ofertas online.
Para construir un proceso de inclusión financiera a través de los pagos en efectivo hay que acercar la economía digital a usuarios que hoy no tienen una cuenta bancaria o una tarjeta de crédito y hacerlo de manera sencilla para que puedan empezar a tener su camino de digitalización o educación digital y comenzar a transaccionar online.
La idea es que cualquier persona pueda pagar en efectivo de forma digital, en cualquier momento y lugar, lo cual brinda diversas posibilidades, como: acceder a criptomonedas, productos y servicios digitales, pagos de cuotas y servicios, etc, y efectuarlo de una forma digital con el efectivo con el que ya está familiarizados.
La innovación tecnológica es definitivamente el camino a seguir, porque asegura el éxito y la supervivencia del negocio. No sólo incrementa las ventas, sino que agiliza los procesos de pago.