Entrevista a Alfredo Javier Mongelós González, secretario técnico del Sistema Nacional de Formación y Capacitación Laboral (SINAFOCAL)
¿Qué lugar ocupa la formación profesional en Paraguay?
Históricamente, la formación profesional fue una cuenta pendiente de formalización en Paraguay, principalmente, teniendo en cuenta el bono demográfico. La población es eminentemente joven, pero no tiene la oportunidad de acceder a estudios terciarios: solo accede a ella aproximadamente el 4% de los jóvenes. Ante este contexto, la formación profesional, a través de sus diferentes metodologías, podría convertirse en un factor importante de desarrollo.
Por eso, a partir del año 2018, se procedió a realizar un trabajo coordinado entre los sectores públicos, privados y gremiales. Se buscó generar un diálogo social que permita generar alianzas estratégicas que ayuden a conocer la demanda y la oferta del mercado de trabajo con un enfoque territorial segmentado, a través de mesas intersectoriales. De esta manera, se apuntó a posicionar a la formación profesional como una herramienta básica de reactivación económica y del empleo en Paraguay.
¿Qué es Cursos PY? ¿Qué tipo de capacitaciones ofrece y qué resultados arrojó?
El año 2020 llevó al Sistema de Formación y Capacitación Laboral (SINAFOCAL) a acelerar diferentes tipos de procesos tecnológicos. Así, se inició con el fortalecimiento del capital humano institucional y la adecuación de las mallas curriculares y de los contenidos programáticos. Además, se fortaleció el Observatorio Ocupacional como una herramienta importante de generación de documentos de investigación que nos permitan conocer qué tipos de cursos ofrecer, y así adecuarlos a las nuevas demandas de mercado. El teletrabajo, por caso, es una realidad que debía ser enfrentada con políticas públicas que adecuen las cualificaciones profesionales de nuestra gente.
Durante el año pasado, se llegaron a dictar 500 cursos de formación en línea. Los mismos se dieron a través de Plataformas Moodle para procesos de formación; videoconferencias en vivo a través de Facebook, Zoom, Go to Meeting y Microsoft Teams; Whatsapp, que funcionó como una herramienta importante de comunicación; y hasta canales de TV, con planes pilotos de cursos de gastronomía y habilidades blandas.
Más allá de la incertidumbre de llevar adelante planes inéditos para el país, se detectó un gran interés de la población en capacitarse. Y si hacemos zoom en ella, vemos que la participación de la mujer fue muy importante: representó más del 70% de los certificados.
¿Qué programas desarrollaron orientados al desarrollo de nuevas habilidades y conocimientos tecno?
Se desarrollaron diferentes tipos de programas, a fin de fortalecer las cualificaciones profesionales de nuestra gente. En este sentido, entendimos que las habilidades blandas son el valor agregado que debe ser desarrollo. Estas son: trabajo en equipo, inteligencia emocional, manejo del stress laboral, oratoria, habilidades en ventas, en cobranzas, y en gestión, neuroventas, comunicación asertiva, acompañamiento integral a MIPYMES, salud y seguridad ocupacional, entre otras.
Además, se vio la necesidad de habilitar cursos dirigidos a las TIC´s como operador básico de computadoras, community manager, y sobre la utilización de los teléfonos celulares como herramientas para emprender negocios
¿Se generaron acuerdos con compañías con este propósito?
El resultado de todo un trabajo coordinado con el sector privado nos llevó a la posibilidad de firmar alianzas estratégicas a nivel nacional con cámaras de la industria y la producción. Hoy, estas son compañeras de ruta a la hora del diseño de políticas públicas de formación y de inclusión laboral efectiva…