Cada año, como parte de esta investigación, los jóvenes que participan en él eligen compañías de las que “sueñan” formar parte. De los casi siete mil jóvenes que respondieron la encuesta este año, el 81% dijo tener una empresa de los sueños, y los tres principales motivos de su elección fueron las expectativas de desarrollo con autonomía y acompañamiento, la posibilidad de dedicarse a aquello que más les gusta, y la oportunidad de seguir una carrera internacional, en la búsqueda de entornos flexibles y un modelo híbrido.
“Este estudio tiene dos objetivos muy marcados. El primero es generar insights sobre cuál es la perspectiva que tienen los jóvenes en el inicio de su carrera profesional, lo que esperan de las organizaciones y de los líderes. El segundo es ayudar a que las empresas conozcan qué aspectos son valorados por los jóvenes, para posicionarse mejor frente a este talento”, explicó Esteban Morin, socio director de Cia de Talentos Latinoamérica, en la presentación realizada en la Universidad del Salvador (USAL).
“Como las generaciones cambian, y los contextos impulsan nuevas miradas, la importancia de sostener este estudio en Argentina por más de quince años nos parece fundamental”, destacó Morin.
Cabe destacar que el ranking “Empresas de los sueños” que surge del estudio, es resultado de una pregunta abierta, sin opciones entre las cuales elegir, dando lugar a una respuesta completamente espontánea y sin condicionamientos.
Todas las empresas galardonadas resaltaron la importancia de la presencia de los jóvenes en sus compañías como la clave para innovar y crear futuro.
El top ten de las empresas de los sueños
- YPF
- Mercado Libre
- Techint
- Unilever
- Walt Disney Company
- Panamerican Energy
- Arcor
- Accenture
- L’Oréal
Previo a la premiación de empresas ganadoras, se presentaron los resultados completos del estudio “Carrera de los Sueños”.
Entre los principales insights, se trajo que a diferencia de la euforia futurista que se vivió a fines de siglo XX, hoy lo que prevalece es la apatía. Es decir, una pérdida de interés generalizada o indiferencia ante cualquier tipo de acontecimiento, sea bueno o malo. A diferencia de lo que acontecía años atrás, los jóvenes son más apáticos con el futuro que los baby boomers, por ejemplo.
Según precisó Morin, el tiempo presente es volátil y, en esa búsqueda de conexión con el talento, el enfoque debe estar en gestionar riesgos y contener emociones. En ese contexto, que se definió como de futuros invisibles, conviven tres factores: la nostalgia del pasado, la recompensa del presente o la certeza del placer inmediato, y la promesa del futuro o el deseo improbable de controlar lo incontrolable.
Futuros invisibles
En esos futuros invisibles, donde hay mayor incertidumbre que en otras épocas y donde los cambios vertiginosos restan previsibilidad, solo el 51% de los jóvenes que respondieron la encuesta concuerda que los líderes directos conducen bien los procesos de cambio. Además, un 41% asegura que termina la mayoría de los días con sensación de agotamiento, en tanto que un 49% lo hace con una sensación de realización. Contrapuntos del tiempo actual en que se hace preciso incrementar acciones que ayuden a las personas a sentirse cómodas en la incomodidad.
“Para que las personas se adapten mejor, tenemos que acompañarlas en el proceso de crear el futuro, que se construye errando y aprendiendo, navegando por la incertidumbre y aceptando que las decisiones cambian en función de los nuevos contextos y situaciones. En esta misma línea, es fundamental brindar herramientas y capacitación a los líderes cuyo rol en este proceso es fundamental, y de quienes se espera un papel muy distinto al que tenían años anteriores”, señaló Morin.
Otro hallazgo del estudio es que el sólo 47% de quienes se declaran exhaustos, sienten satisfacción con el trabajo, mientras que la cifra de satisfacción asciende a 69% cuando se trata de los no exhaustos. Es relevante además que menos de la mitad de los encuestados que trabajan o trabajaron (40%) percibe que la empresa apoya su desarrollo, cuando la posibilidad de encontrar desarrollo y aprendizaje es el principal motivo de elección de las empresas de los sueños desde hace 15 años en forma consecutiva.
Calidad de vida & salud
La calidad de vida se mantiene como una prioridad en el estudio este 2024 (ya había surgido como en la prioridad número uno en 2023). ¿Qué entienden los jóvenes por calidad de vida? El 42% la asoció con un estilo de vida saludable (ejercicio + comida + sueño), un 21% con momentos de descanso de calidad (no trabajar fuera de horario), el 20% con tener tiempo para la familia y amigos, y el 15% con invertir en bienestar emocional y mental.
“Además de los cuidados de salud laboral y otros beneficios, para atravesar la ansiedad y la angustia que traen tantas transformaciones, se vuelve indispensable fomentar que intercalemos momentos de calma y rutinas saludables. Vivimos en una sociedad donde el trabajo todavía nos define, por lo que se ve al descanso como una actividad pasiva y poco interesante. Buscamos ser más productivos cada día. Sin embargo, hay un movimiento contrario al que debemos atender, y es que es momento de dejar de alardear de la ocupación constante, parar de romantizar el agotamiento, que no representa compromiso o productividad. Una mente cansada no genera innovación”, afirma Morin.
Confianza y éxito del equipo
Además de que solo el 39% considera que la gerencia invierte en su éxito, los datos de confianza son bastante negativos: uno de cada tres encuestados no confía en sus colegas, cifra que aumentó desde 2018 cuando sólo el 18% afirmaba lo mismo. Y, si bien el 73% dijo que sí confía en sus líderes, el 63% tiene intención de cambiar de empleo en el futuro cercano. En esta resignificación de la confianza, y ante la imprevisibilidad del futuro, es necesario afrontar los desafíos desde una perspectiva transversal y construir respuestas utilizando la inteligencia colectiva.
“La confianza es la conexión entre las personas y es un gran predictor del éxito organizacional. Yo confío en cuanto puedo anticipar tu comportamiento y tus reacciones emocionales. Cualquier grupo que no trabaje en construcción de culturas de confianza tendrá mayores dificultades para construir un futuro sostenible, desde un presente incierto como el actual”, expresó Morin.
Liderazgo
Otro dato relevante es que sólo el 69% quiere liderar equipos, dato que va en notorio descenso si se lo compara con el 95% que afirmaba que sí quería liderar en 2010 (en 2015, los que aspiraban a liderar representaban el 86% de los encuestados). Posiblemente, fenómenos como la gran renuncia o el burnout persistente se relacionen con esta disminución.
“Lo que percibimos es que las generaciones necesitan conversar más abiertamente, rompiendo con estas barreras implícitas. Co crear el futuro entre todos, escuchando a personas con más o menos edad, y provenientes de contextos diferentes, es otra forma de promover la diversidad e inclusión. Por eso subrayamos en el estudio el concepto de (a)temporalidades, que refuerza que construimos el futuro, a partir del presente y aprendiendo del pasado. La mejor forma de hacer esto es trabajando juntos”, reflexionó Morin.