Con el telón de fondo de un mundo laboral en transición tras la pandemia Covid-19, que trajo consigo cierres forzosos y políticas de trabajo desde casa, Adecco realizó un informe que se propuso investigar las nuevas actitudes y prioridades de los trabajadores hacia el trabajo y ofrecer soluciones eficaces a las empresas que luchan contra la pérdida de talento.
En la tercera edición de esta encuesta anual, se entrevistó a 30.000 trabajadores, tanto de oficina como no de todo el mundo, entre ellos de Argentina. Mientras que los resultados principales apoyan la continuación de la Gran Renuncia, hay sutilezas detrás de este tema que pintan un cuadro más complejo.
La elevada sensación de seguridad en el empleo, la preocupación de los trabajadores por los disturbios geopolíticos y la inminente recesión económica muestran indicios de que la Gran Renuncia podría ralentizarse.
El informe descubre posibles estrategias para que las empresas atraigan nuevos talentos, fidelicen a los que ya tienen y, lo que es más importante en una época de escasez e incertidumbre, desarrollen el suyo propio.
Compensación salarial: una herramienta de atracción
El salario es la razón número uno para que los trabajadores abandonen sus puestos de trabajo en el 2023. A medida que las empresas luchan contra el desgaste y la preocupación por la inflación aumenta, el incremento de los salarios se ha convertido en una táctica rápida para atraer a las personas adecuadas.
Sin embargo, un salario más alto por sí solo no tiene un impacto duradero en la fidelización. Dado que casi la mitad de los trabajadores consideran que su salario no es un reflejo justo de su trabajo, las empresas deben vincular la remuneración con el rendimiento, en lugar de centrarse en las horas trabajadas. Del mismo modo, y en una época de escasez de talento, las empresas no deben concentrarse en la atracción en detrimento de la retención.
Flexibilidad: la continua demanda de autonomía
Ahora que las empresas empiezan a animar a su personal a pasar más tiempo en el lugar de trabajo, los resultados de esta encuesta resaltan que los trabajadores siguen exigiendo autonomía en cuanto a horarios, lugar de trabajo y tiempo libre. 6 de cada 10 trabajadores de oficina ya han cambiado de trabajo o están en proceso como resultado directo de tener más flexibilidad; esto representa un aumento interanual de 19 puntos porcentuales en los trabajadores que están priorizando o ya han priorizado la flexibilidad.
De hecho, el 30% de los trabajadores que están planeando dejar su trabajo declaran que la flexibilidad es su principal razón. Ofrecer una semana de cuatro días es una tendencia creciente entre las empresas que pretenden atraer talento, especialmente en China y EE.UU.
Sin embargo, actualmente sólo está disponible para el 42% de los trabajadores de oficina en todo el mundo, y suele ir acompañada de un recorte salarial y de estrés por una carga de trabajo no reducida. Así, sólo 3 de cada 10 trabajadores reducirían su salario para ganar flexibilidad.
Crecimiento en la carrera profesional
El 31% de los trabajadores afirma que la principal razón para renunciar es la falta de crecimiento y de oportunidades. Esta carencia se evidencia mayormente en la Generación Z (86%) y los Millennials (84%). Además, sólo 4 de cada 10 personas que no son directivos dicen estar satisfechos con sus perspectivas de carrera y la inversión en desarrollo de competencias en su empresa, en comparación con 7 de cada 10 directivos.
Por lo tanto, las oportunidades de desarrollo profesional deben abordarse con carácter de urgencia. El informe revela que los trabajadores que tienen menos posibilidades de desarrollar su carrera muestran una menor satisfacción en su trabajo actual y no se animan a solicitar oportunidades de trabajo internas.
Casi una cuarta parte de la mano de obra mundial no ha tenido nunca una reunión sobre su crecimiento profesional en su puesto actual. El desarrollo de los trabajadores, especialmente a nivel no directivo, es vital para crear una usina de talento.
Bienestar y salud mental
Con la mitad de los trabajadores de todo el mundo (49%) preocupados por ello, el agotamiento sigue siendo un problema universal, que afecta a todos los encuestados independientemente de la edad, la nacionalidad o el género.
El 35% de los encuestados afirma que dejará de trabajar en los próximos 12 meses debido a la preocupación por el equilibrio entre la vida laboral y personal. Sin embargo, sólo el 33% de los trabajadores utiliza todos sus días de vacaciones concedidos para mantener su salud mental y su bienestar. Y sólo el 17% se toma un día de enfermedad cuando se siente mal mental y emocionalmente.
No es de extrañar que los trabajadores hayan empezado a practicar la “renuncia silenciosa” para protegerse del agotamiento. Esta tendencia, que no se detecta en los informes tradicionales de abandono, puede dañar la cultura corporativa, promoviendo un entorno tóxico en el que los trabajadores no se sienten seguros para hablar, y en su lugar deciden desengancharse. Es hora de reiniciar los programas de bienestar de las empresas para ofrecer iniciativas más eficaces.