Por Hannah Jones, en Great Place to Work
Sabemos que la urgencia ante la necesidad de atraer y fidelizar talentos es una prioridad importante para las organizaciones. Para las pequeñas empresas, las posibilidades parecen ser más difíciles: el equipo se siente demasiado pequeño para hacer frente a los desafíos de la organización y para invertir tiempo y energía en la contratación de nuevos empleados.
Probablemente exista la presunción de que nunca serán capaces de ofrecer los mismos beneficios que las empresas más grandes y por lo tanto que nunca obtendrán la tracción que necesitan. Desde esta perspectiva, la competencia se ve feroz y el panorama poco prometedor. Pero hay otras maneras en que las empresas más pequeñas pueden competir y superar a las grandes organizaciones en este aspecto. Aprovechando estas fortalezas, se puede ayudar a encontrar y a mantener a los talentos independientemente del tamaño de la organización.
Ventajas de las pequeñas empresas
Uno de los desafíos a los que las empresas más pequeñas se enfrentan es encontrar maneras para hacer que su marca, frecuentemente menos conocida, sea una opción más atractiva que el prestigio y el conocimiento de la marca de las grandes empresas. Van a tener que lidiar con el hecho de que no siempre podrán ser capaces de ofrecer la opción más alta de remuneración y beneficios. Más allá de esto, aquí mostramos algunas maneras en que las empresas más pequeñas pueden utilizar su tamaño como fortaleza en la disputa por el talento:
1- Las empresas pequeñas de por sí proporcionan más visibilidad a cada uno de los colaboradores, a cada individuo. Tienden a promover activamente una evaluación justa de las personas para la asignación de posiciones y tareas, mostrando equidad en las decisiones. En nuestra encuesta Trust Index, vemos que cuando preguntamos sobre la ausencia de favoritismo en la organización, las empresas más chicas se destacan en este punto de las empresas más grandes. Por ejemplo en la sentencia los ascensos se dan a quienes más se lo merecen, las pequeñas empresas sobresalen por 7 puntos de las compañías más grandes. En la equidad en el trato, cuando medimos si las personas reciben un buen trato independientemente de su posición en la empresa, las más chicas logran un 92% de favorabilidad mientras que las grandes un 88%.
2- Sabemos que tener un objetivo es fundamental para la satisfacción de los empleados con su trabajo y para lograr un excelente lugar para trabajar. Las pequeñas empresas tienen la ventaja de conectar de manera más efectiva a cada empleado con el impacto que tiene su trabajo dentro de la organización. A su vez, los grupos y equipos más pequeños hacen más fácil el reconocimiento de los logros de manera más significativa y personalizada.
Otra cuestión importante a destacar en este punto es el balance vida personal y laboral. Por la cercanía, cuando medimos cómo se cuida a las personas, encontramos que en las empresas más pequeñas un 82% se muestra favorable en este aspecto mientras que las grandes están 6 puntos por debajo, con un 76%. La sentencia Puedo tomarme tiempo libre para resolver mis asuntos personales se destaca con un 88% ante un 80% de las grandes empresas, así como también la sentencia los jefes demuestran interés en mi como persona y no tan sólo como empleado, con un 82% para las empresas más pequeñas frente a un 76% de las más grandes.
3- Cuando las empresas son más pequeñas es más fácil relacionarse personalmente con los nuevos empleados desde el principio. A diferencia de que las nuevas incorporaciones se contacten de manera distante con sus compañeros y los lleven a recorrer largas e impersonales oficinas, las pequeñas empresas tienen la oportunidad de participar cara a cara de forma significativa, lo que genera que el empleado sienta que pertenece a la organización.
Al aprovechar una comunicación clara y un trato directo, las organizaciones más pequeñas proporcionan una primera impresión positiva que tendrá efectos duraderos sobre los empleados.
Evaluamos las experiencias de incorporación en nuestra encuesta preguntando si se sintieron o no bienvenidos cuando se sumaron a la compañía. En Las Mejores, un 92% de los empleados de las pequeñas empresas respondió positivamente a esta sentencia, mientras que los empleados de las empresas con más de 1000 empleados informaron que lo experimentaron un poco menos, marcando un 89%.
4- Las empresas de menor tamaño tienen una ventaja que las distingue cuando se trata de priorizar la cultura. Las grandes empresas pueden tener una tarea difícil al mantener su cultura por delante del trabajo cuando las presiones aumentan y el ritmo se acelera.
Las empresas que contratan a grupos grandes de empleados tienen menos probabilidades de contratar a quienes se ajusten correctamente a su cultura. En Las Mejores, las pequeñas empresas destacan con un 81% de favorabilidad que incorporan personas que se adaptan bien a este lugar, mientras que en las grandes empresas esta sentencia está 5 puntos más lejos, con un 76%.
Además de la contratación, las empresas grandes tienen más dificultades para encontrar y hacer frente a un comportamiento que va en contra de su cultura, mientras que las empresas más pequeñas son más eficaces para mantener el pulso de toda la organización y dar respuesta a los problemas antes de que pueda dañarse significativamente su cultura.
Aprender de las mejores
No sería posible mejorar la sociedad a través de organizaciones que transformen sus ambientes de trabajo sin las pequeñas y medianas empresas, que representan gran parte de la fuerza productiva del país. En la lista de Las Mejores Empresas para Trabajar en la Argentina: hasta 250 empleados las organizaciones se enfrentan a muchos desafíos, como todas las pequeñas compañías lo hacen. Independientemente del desafío, estas empresas han tenido éxito no sólo para atraer los talentos que necesitan para crecer, sino también en el desarrollo de la cultura que necesitan para fidelizar a los colaboradores y ser competitivos con las organizaciones de cualquier tamaño.