Practia lanzó en conjunto con IAE Business School y Microsoft un proyecto inédito de computación cognitiva en el ámbito educativo, con el fin de mejorar y ampliar en la comunidad educativa de la Universidad el método de aprendizaje basado en la utilización de indicadores sobre las emociones y experiencias de los alumnos y docentes durante las clases.
“Desde el IAE, sabemos que, en un proceso pedagógico para ejecutivos adultos, es clave trabajar la regulación de la atención y la tensión de los alumnos durante la discusión de los temas. A partir de ahí, ajustar estas tensiones para poder lograr al final un momento de hallazgo y transformación de los participantes. En esta dinámica es fundamental poder medir y analizar la evidencia que permita validar o no la efectividad de la experiencia, y trabajar sobre una devolución de acorde a estas lecturas que enriquezcan el aprendizaje. De ahí, que la propuesta de hacerlo con tecnología y utilizando computación cognitiva nos pareció un valor agregado para ampliar el alcance de este programa y seguir apostando por la innovación en el terreno educativo como llevamos haciendo varios años”, señala Rodolfo Q. Rivarola, decano del IAE Business School.
El programa en el que se desarrolló este proyecto es el EME de IAE. También desembarcaremos en el “Leading in Exponential Age”, ofrecido por IAE Business School en partnership con Singularity University; programa que fue abordado por el equipo de Practia y Microsoft desde al menos tres vectores de análisis: el reconocimiento facial e interpretación de emociones en los rostros, la transcripción de lo que se dice en el aula y quién lo dice (mediante tecnologías de reconocimiento de voz, y de pasaje del habla a texto) y el monitoreo de pulsaciones cardíacas (vía un smartwatch). Las tecnologías utilizadas para hacer algunos de estos procesos, como reconocimiento facial y transcripción de lo hablado en clase, son servicios ofrecidos desde la nube de Microsoft Azure.
“El proyecto incluye un sistema de reconocimiento facial para identificar siete emociones como enojo, desprecio, desagrado, tristeza, sorpresa, felicidad y un estado neutral”, señala Ricardo Scattini, Arquitecto de Soluciones digitales de Practia y agrega “Diseñamos un proceso muy concreto de on boarding a la plataforma muy efectivo, que nos facilita poder entrenar los algoritmos de inteligencia artificial para encontrar las huellas ‘digitales’ de la voz y el rostro”.
Según los expertos, esto ayuda a los académicos a analizar de manera más eficiente el comportamiento de los alumnos, contar con un registro de lo que ocurre en el aula y autoevaluar sus clases y estilo de enseñanza utilizando estadísticas y apoyados en computación cognitiva disponible en la nube. De esta manera, los académicos pueden obtener una buena visualización de los resultados de la atención de sus alumnos durante sus clases, con datos y tableros que simplifican su lectura e interpretación.
Para la realización de las pruebas iniciales, generamos una huella de sus rostros y sus voces, y poder comenzar con las mediciones en la quinta clase de un curso cuya duración era en total de seis horas. “En una de las pruebas piloto, realizadas en las instalaciones del IAE y con la autorización de sus alumnos, pudimos ver por ejemplo cómo ellos mostraban distintas emociones a lo largo de la hora y media del curso, donde hubo un pico de atención y distención.
“Durante nuestro primer experimento pudimos ver picos de felicidad en momentos donde tanto| los alumnos como el profesor distendían la clase con alguna humorada. Estamos confiados en que el propósito del programa que ofrecemos en conjunto con Singularity es trascendental en el comportamiento de las personas que ocupan importantes cargos en las compañías, por ello trabajando desde lo objetivo y humano, sobre el proceso de aprendizaje, y a su vez proyectándolo en el ámbito profesional, podemos llegar a obtener un sinfín de beneficios. La tecnología está borrando para bien los límites del aula, el trabajo y la vida de las personas”, Roberto Vassollo, profesor del IAE.
“La tecnología apunta a modernizar los procesos educativos. Actualmente, la educación se enfrenta a varios desafíos que tienen que ver con el compromiso de los estudiantes, el empoderamiento de los docentes y también con la transformación de experiencias y procesos. En Microsoft, trabajamos con instituciones educativas como el IAE para que, a partir del uso de nuestra tecnología, puedan avanzar en la innovación en los métodos de enseñanza y puedan estimular una cultura que impulse a todos a colaborar y pensar más. La incorporación de tecnologías, como la inteligencia artificial, permite modernizar la enseñanza, el aprendizaje y la investigación. Estas soluciones ya ocupan un papel cada vez más crítico y complementarios en los procesos educativos, de manera tal que permiten desarrollar nuevas experiencias basadas en datos reales y nuevas estrategias para la transformación digital con una visión holística”, finalizó Mariela Bravo, directora del Sector Público de Microsoft Argentina.