El próximo gran desafío que presenta la pandemia a nivel empresarial, sin dudas, consiste en cómo ayudar a los empleados a regresar a sus operaciones “normales”. Es que, en medio de la atención por el número de contagios y la adopción de protocolos, se puede pasar por alto que las personas están experimentando agotamiento, llegando incluso a niveles de estrés y de ansiedad.
“Muchos empleados trabajan en casa y están solos en aislamiento. Otros hacen malabares con el trabajo con un cónyuge o pareja, enseñando a sus hijos, cuidando a padres ancianos y tratando de mantener tranquilo al perro cuando están en una llamada de Teams con un cliente”, explica Kari Viglasky, co presidente en el Comité Nacional de Recursos Humanos de Baker Tilly Canadá.
Al otro lado del Atlántico, los países están planeando su camino para reabrir oficinas, pero hacer que la gente regrese a ellas puede no ser tan simple. “Los líderes empresariales recién están comenzando a tener conversaciones con los empleados sobre si desean regresar a tiempo completo o parcial, cómo quieren configurar su oficina o estación de trabajo”, dice Amanda Trewhella, asociada gerente del bufete de abogados británico Freeths y especialista en derecho laboral.
Además, Trewhella afirma que algunas empresas podrían tener dificultades a la hora de animar a sus empleados a que regresen, debido a que la mayoría han estado trabajando desde casa de manera eficaz desde el año pasado.
A raíz de esto, los empleadores deberán considerar la manera correcta de abordar los problemas de alojamiento en su lugar de trabajo. “Los empleadores deben ser creativos y empáticos con su gente. Hablar con ellos ahora, a menudo, y uno a uno, los mantendrá conectados, apreciados, reconocidos y sintiéndose valorados, todo lo que podría ayudar a aliviar algunos de los factores estresantes que causan problemas de salud mental” expresa Amanda.
Por último, para que un empleador se recupere con fuerza de la pandemia y les dé a sus equipos la mejor oportunidad de evitar el agotamiento, Kari Viglasky, desde Baker Tilly Canadá, recomienda establecer un programa de mentores laborales. Lo que se busca es crear un entorno en el que los empleados se sientan seguros, donde se tengan conversaciones individuales o en equipo, para que sus colegas puedan explicar cómo se sienten. “Se ha informado que el 50% de las personas no han podido mantener conexiones con amigos durante la pandemia. Aquí es donde entra en juego el valor de un mentor”.
El gran desafío para los líderes empresariales será la capacidad de adaptación a la nueva normalidad que, además de todas las características anteriormente mencionadas, deberá ser abordada con inteligencia y empatía.