Este año sin duda está destinado a convertirse en el año de la recuperación y el reinicio estratégico de todas las empresas, desde la más grande a la más pequeña. Un año en el que el mundo aspira a dar salida a la pandemia para, ahora sí, valorar sus consecuencias y centrar los esfuerzos en la reconstrucción de nuestra sociedad y la nueva agenda de crecimiento global.
El entorno volátil en el que nos desenvolvemos exigirá que las compañías no solo sean resilientes, sino flexibles con amplia capacidad de adaptabilidad a las nuevas necesidades de los consumidores que surgen.
“El año 2022 sin duda puede marcar un antes y un después en la sociedad, marcando una transformación digital. Es por ello que desde e.tres recopilamos las tendencias de consumo que marcan agenda y que deberán ser el norte de las empresas a la hora de pensar en sus estrategias de negocio en sus canales de comercialización, sean online o físicos”, señala Marcos Tejerina, gerente Comercial para e.tres
Entender las tendencias de consumo y mercado local y regional, permite detectar las oportunidades que nos ayuden a afrontar los retos que se avecinan en lo que es ya un cambio de época.
Aquí desde e.tres comparten una hoja de ruta e inspiración a través de las principales tendencias que marcan agenda de los negocios digitales:
- Adaptabilidad: capacidad de generar valor en diferentes contextos. Sumar en la vida del consumidor es clave, debe ser la consecuencia natural de la compra
- Empatía: en busca de marcas con escucha activa, que ofrezcan una propuesta de valor integral, donde el consumidor esté en el centro
- Digitalización de nuevos sectores: Cada vez hay más actividades que los consumidores resuelven y consumen de forma online y buscan sino están que se monten a los canales digitales
- Sensibilidad social: Más consciencia que nunca. En busca de marcas comprometidas más allá de la existencia empresarial, principalmente con la salud y el medio ambiente
- Compra por huella de carbono: certificaciones de este tipo los clientes anima las decisiones de compra.
La rápida adopción del comercio electrónico en 2021 está induciendo a los minoristas físicos a reevaluar su tamaño, ubicación y función futuras. Todo parece apuntar a una tendencia ineludible de multidimensión, con tiendas que operan simultáneamente como espacios de venta, almacenes, puntos de entrega, áreas de interacción con clientes y vehículos estratégicos de marca.
“Allí entramos con nuestra tecnología para lograr una integración entre todos los canales, que permita información actualizada y experiencias de compra personalizadas y satisfactorias. Aumentando las ventas y la recurrencia”, resaltó Tejerina.