Por Omar Abdala, cofundador y director de T-Learning
Desde hace varios años, muchas empresas decidieron cambiar sus metodologías de capacitación presencial por entrenamientos a distancia, apoyados en medios digitales. Y en esta evolución, el auge de los video-juegos o videogames, facilitó luego la aparición de lo que se denomina Serious Games.
¿Qué son los Serious Games?
Los “juegos serios” o juegos formativos tienen objetivos relevantes o serios, más de allá de entretener: comunicar, difundir, capacitar y/o entrenar sobre muy diversas áreas, como atención a clientes, medicina, ingeniería, seguridad, gestión de negocios, liderazgo, desarrollo científico, productividad personal y, gestión del tiempo, entre muchas otras.
Su principal herramienta pedagógica es un juego específico, que ayuda a que surjan y se desarrollen ciertas habilidades, tanto habilidades blandas o interpersonales (vinculadas a la inteligencia emocional, que engloban las comunicacionales, sociales y comportamentales) como habilidades técnicas. Básicamente, incluye tres componentes:
- Gamificación: Agrega componentes de juegos a los procesos de aprendizaje o entrenamiento, tales como barra de progreso, recompensas y competitividad (tablas de posición).
- Game-based learning: Se basa en un aprendizaje constructivista, que postula la necesidad de entregar las herramientas necesarias para que el participante pueda construir sus propios procedimientos para resolver un problema. El objetivo principal es jugar, e indirectamente, capacitarse.
- Simulación: Implica la representación o imitación de una acción real o fenómeno, mediante un proceso mucho más simple, menos costoso y, prácticamente, sin riesgo.
Haz tu propia aventura
Los Serious Games son reconocidos por su capacidad para captar la atención de los alumnos y generar engagement, ya que el enfoque de los juegos transforma el proceso de aprendizaje en algo dinámico, atractivo e interesante.
A diferencia de métodos pedagógicos más tradicionales, gracias a la aplicación de Game-based learning, permiten que el participante tome el control de su propio aprendizaje, obtenga feedback instantáneo y personalizado: cada uno es consciente de qué aprende y qué debería mejorar.
La puntuación y los avances en la capacitación son registrados en el sistema, que permite a responsables del entrenamiento monitorear a los participantes. Sin embargo, los mejores sistemas cuidan también la confidencialidad de la interacción del participante con el videojuego, de tal forma que los feedbacks, las devoluciones en cada etapa, las evaluaciones y las sugerencias de mejora solo sean de conocimiento del participante.