Por S1
Si bien el foco de esta nota no es explicar el funcionamiento del blockchain, vale la pena dejar una breve descripción de qué se trata. Básicamente es una cadena articulada que opera como base de datos distribuida y abierta, integrada por una cadena de bloques diseñados específicamente para evitar su modificación a través de un sellado de tiempo confiable y enlazando a un bloque anterior. Si quieren saber más, les dejamos este video, que lo explica mejor.
Tecnicismos al margen, es la tecnología disruptiva sobre la que se apoyan las cada vez más populares criptomonedas, como el Bitcoin, Etherium o EOS. Sin embargo, su potencial de crecimiento e influencia en distintos rubros e industrias parece ser ilimitado, y la experiencia del cliente no es la excepción.
El concepto fue desarrollado en 2008 por un grupo anónimo (o una persona particular, al día de hoy es imposible saberlo) conocido como Satoshi Nakamoto, y fue aplicado por primera vez en 2009 como columna vertebral de Bitcoin. Casi una década después, un estudio de Goldman Sachs indica que la inversión de empresas emergentes que apuestan por soluciones basadas en blockchain representa un 340% más que en el 2017. La propagación de esta innovación es insoslayable y no quedan dudas de que se irá incrementando en los años venideros en sectores como atención al cliente, ya que trae aparejada la posibilidad de mejorar sensiblemente la prestación de servicios y la experiencia del cliente.
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