Por: Silvana Palmero, presidente del Estudio Palmero de Belizán & Asociados
En contextos límites, se desafía la versatilidad de adaptación de cada una de las personas y en todos los ámbitos. La pandemia y el aislamiento, por supuesto, nos tomaron por sorpresa. Inmersos en un entorno que no parece tener fin, esperando no acostumbrarnos a convivir con el coronavirus y volver a compartir esos espacios tan añorados, nos damos cuenta de lo afortunados que somos al poder seguir en pie. Cumplimos 25 años de actividad en el mercado de las cobranzas, en un país tan vertiginoso, con varias crisis afrontadas.
En esta situación, la mora jugó un papel muy importante. Es que la economía de las familias y de las empresas se vio afectada. Como agencia de cobranzas, nos vimos en la responsabilidad de funcionar como un socio estratégico, tanto para amortiguar la pérdida económica de nuestros clientes como para encontrar la mejor solución para el deudor, entendiendo que ambos se encuentran en un contexto complejo. De esta manera, logramos implementar estrategias para facilitar acuerdos favorables para ambas partes, manteniendo nuestros niveles y estándares de excelencia.
El avance a la digitalización fue fundamental. Se destacan las infinitas posibilidades que ofrece el onboarding digital que interpeló a cada uno de los actores económicos, pasando desde el eCommerce hasta el home office. Como en muchos rubros de la economía, el avance y la implementación de los medios de pago electrónicos fueron imprescindibles para la continuidad del negocio de la gestión de cobranzas, migrando a un sistema 100% hacia lo digital.
La coyuntura hizo que varios comercios tuvieran que cerrar sus puertas. Además, imposibilitó a las personas a salir de sus hogares, empujando así un gran incremento de comercio electrónico y pagos digitales. Todo indica que estos hábitos de consumo y cambios organizacionales, potenciados por la pandemia, permanecerán para siempre.
Cobranzas digitales
En nuestra experiencia, durante el año de aislamiento, el 100% de los pagos fueron percibidos por medios digitales, algo antes impensado. Luego, con la apertura de rubros y de las oficinas, en casos muy aislados, han preferido abonar en efectivo.
En esta línea, también potenciamos nuestra plataforma Fintech “Deuda Online”, una solución dinámica y accesible para ofrecer el servicio de cobranza de deudas sin mediar con terceros. Es una herramienta clave y autogestionable para quienes lo deseen y que aplica fundamentalmente a este cambio de paradigma.
Por otro lado, los bancos, empresas y entidades financieras, acompañando al contexto y en solidaridad con sus clientes, no solo ofrecieron quitas sin precedentes, sino que además, dispusieron descuentos extraordinarios por cancelación, posibilidades de apelar a extensiones de plazo de financiación, reducción de tasa de interés e incluso posibilidades de espera. En este caso, las compañías de cobranza toman un rol protagónico para el mantenimiento de cualquier tipo de empresa, convirtiéndose en aliados estratégicos ayudando a sus clientes a recuperar activos.
Así como muchos rubros han tenido que redefinir sus negocios, como agencia de cobranza hemos diseñado nuevos servicios, entendiendo que surgieron nuevas necesidades.
De esta manera, creamos una división de consultoría especializada para las Pymes. El objetivo de este servicio es brindar una solución integral a los procesos del departamento interno de Cobranzas y un asesoramiento para ayudar a reorganizar y optimizar estratégicamente el tratamiento de Cuentas Corrientes. Sabiendo que es clave que las Pymes en Argentina continúen en funcionamiento o se reconviertan, mantengan o recompongan las cadenas de pagos y con ello, el nivel de empleo para así también, ser el motor que reactive la economía.
Otro aspecto clave fue el servicio de visitas domiciliarias con recursos calificados e implementando el protocolo requerido, para poder ratificar domicilios y ofrecer la posibilidad de informar y solucionar la situación crediticia de manera personalizada, entendiendo que en estas circunstancias a muchas personas les es complejo circular o salir de sus domicilios.
Iniciado este 2021 con todas las esperanzas y expectativas puestas en él. A partir de abril, dado el vencimiento de las refinanciaciones del BCRA, se comienza a registrar la mora que antes estaba suspendida. Nos preparamos para la ola de derivación que especulamos se produciría a mediados de año.
Seguiremos acompañando a cada uno de nuestros clientes en este nuevo desafío, en concordancia con el aumento de cautela en torno al temor que puede generarse frente al advenimiento de la segunda ola y un inminente incremento de la mora.