La IA ayuda a los seres humanos tomar decisiones más rápidas y acertadas, en tanto permite predecir y crear patrones de información relevantes basados en una gran cantidad de datos almacenados. En esta línea y de acuerdo con Cognitive, agencia de marketing integral especializada en desarrollos de Inteligencia Artificial, hay cinco usos que están demostrando una gran eficacia al aplicarse en las áreas comerciales., Estos son:
- El Data Driven Marketing. Es usado para que las empresas puedan tomar decisiones en base a los datos y no en intuiciones. El análisis de lo que se conoce como Big Data y la creación de análisis predictivos facilitan la visión de esos datos y la toma de decisiones sobre información y comportamientos concretos.
- Automatización de procesos. En este campo la aplicación de IA ayuda a personalizar más y mejor las comunicaciones a los clientes y potenciales. El uso de herramientas de automatización que recojan datos de un CRM son muy necesarias.
- Interacción personalizada. En la búsqueda por segmentar, personalizar y automatizar procesos con los clientes, la inteligencia artificial ha propulsado la creación de los Chatbots. Esta herramienta ha demostrado gran utilidad, siendo cada vez más solicitada por grandes compañías con un alto nivel de atención al cliente. Actualmente se está trabajando en optimizarlos para que ofrezcan respuestas más emocionales, logrando empatizar con el usuario, dando un servicio más humano y real, y por lo tanto, más satisfactorio.
- Creación de contenidos. Existen redes neuronales artificiales capaces de replicar la estructura sináptica básica de un cerebro humano. A través de estas redes en sus fases más avanzadas, han logrado crear piezas originales de música y pintura, de una excelente calidad. El futuro prevé una creación de contenidos aplicados para el marketing, creados por dichas redes neuronales, así como piezas publicitarias que tengan en cuenta datos y respuestas emocionales de los clientes a los que se desea impactar.
- Publicidad programática. Este tipo de publicidad no podría darse sin algoritmos predictivos. Gracias al machine learning, estos algoritmos son capaces de aprender y mejorar de manera constante, con la consecuente optimización de la inversión publicitaria.